sábado, 30 de noviembre de 2013

Comunicado de la Diócesis de La Guaira: Nombramiento de Nuevo Obispo



                     Diócesis de La Guaira

                      Oficial


Macuto, 30 de noviembre de 2013

COMUNICADO
A los Presbíteros, Diáconos, Superioras y Superiores de Institutos de Vida Consagrada en la Diócesis de La Guaira; a los Medios de Comunicación Social.
Por indicaciones de la Nunciatura Apostólica, les comunico que el Santo Padre Francisco, hoy 30 de noviembre, ha nombrado al Reverendo Presbítero Raúl Biord Castillo, Obispo de la Guaira.
Con relación a la consagración y toma de posesión, se nos informará oportunamente. Hasta la toma de posesión, este Servidor continúa como Administrador Apostólico.
Como Iglesia Diocesana, damos gracias al Santo Padre por fijar su mirada en nuestra tierra y regalarnos un nuevo Pastor, que tanto hemos anhelado y pedido en fervientes oraciones al Buen Pastor.
Desde ya toda la Diócesis unida: Clero, Laicado y Vida Consagrada,  abre sus brazos al nuevo Padre y Pastor, suplicando a María Santísima y a San Pedro Apóstol, lo acompañen en la tarea de conducir nuestra Iglesia por los caminos de la Nueva Evangelización, anunciando con gozo el Evangelio de Jesucristo.
Con mi bendición,

+ Tomás Jesús Zárraga Colmenares
Obispo de San Carlos y Administrador Apostólico de La Guaira 

viernes, 22 de noviembre de 2013

¡¡VIVA CRISTO REY!!



Durante la “revolución de los Cristeros” en México, cuando fueron perseguidos de manera dura los cristianos católicos, el lema de éstos últimos era “¡Viva Cristo Rey! Así dan testimonio escritos y relatos de muchos de los testigos. Más aún, cuando ante el pelotón de fusilamiento o el endurecimiento de los torturadores, los creyentes en Cristo eran conminados a renegar del Señor, florecía en los labios con decisión y sin miedo el grito de ¡Viva Cristo Rey! Pero, lo bonito e impresionante es que no se trataba de una mera consigna, sino de la expresión de una fe profunda en Cristo, por parte de los católicos, que no sentían ninguna aprehensión ante la persecución ni ante sus opresores. El grito ¡Viva Cristo Rey! Venía a ser como una expresión externa de la convicción que se llevaba internamente. No había una separación, pues no se trataba de una consigna política o religiosa, sino la prueba de que Cristo era para ellos la razón de ser de su existencia.

En innumerables ocasiones, los últimos Sumos Pontífices nos han venido pidiendo que los cristianos nos distingamos sobre todo por el testimonio de vida. Para ello, es fundamental el encuentro vivo con Cristo. Es decir, que todo esté centrado en Cristo y así actuar en su nombre. Esta actitud es necesaria e imperante. No podemos darnos el lujo de ser “cristianos católicos” por puro número; hoy se requiere que de verdad todo lo hagamos desde la profunda convicción de ser discípulos de Jesús. En la medida que esto hagamos, no sólo estaremos capacitados para ser discípulos misioneros de Jesús, sino que el menaje que proclamemos será acompañado de una garantía: “lo estamos viviendo también nosotros”. Hoy, como bien nos han señalado los últimos Papas, la gente cree más a los testigos que a los maestros. Por supuesto que si un maestro es testigo, tiene más fuerza su acción.

El mundo de hoy pasa por una profunda crisis moral. Para nosotros los cristianos, la respuesta a todos los interrogantes de la humanidad, pero también la propuesta para una renovación auténtica de la humanidad y de la sociedad, debe arrancar desde el Evangelio de Jesucristo, que es un mensaje de amor y de liberación para todos los seres humanos. Ello exige de los creyentes en Cristo, no sólo saberse discípulos suyos, sino serlo en verdad. Es decir, actuar en su nombre. Sin temores a los prejuicios de los demás, sin aprehensión a los rechazos y hasta persecuciones que se puedan dar, sin timideces que escondan la fuerza de la Palabra de Dios… así toda nuestra vida y nuestras actuaciones serán un grito cierto como el de los “cristeros”: ¡Viva Cristo Rey!

Al terminar el Año de la fe –y, para nosotros en San Cristóbal el AÑO JUBILAR DE LA DIOCESIS por sus noventa años– a manera de especialísimo compromiso, nos toca a todos nosotros hacer del testimonio de vida la nota distintiva por excelencia de nuestro ser de creyentes. Con todos nuestros actos, en comunión con la Iglesia, hemos de seguir realizando la misión evangelizadora en todo tiempo y lugar. San Pablo nos dice que hemos de hacerlo con todo entusiasmo y fuerza, al decir “¡Ay de mí si no evangelizo!”. Esto conlleva la certeza de actuar en el nombre del Señor Jesús. Es así como debemos jugárnosla por el evangelio. El mundo de hoy está sediento de Dios y está pidiendo que los cristianos no tengamos ni miedo ni timidez para anunciar el Evangelio de Jesús y edificar su reino de justicia, paz y amor. Por eso, si algo se necesita hoy es que cada uno de nosotros creyentes se convierta en un grito testimonial que no dude en contagiar lo que vivimos: nuestra fe y nuestra adhesión a Cristo. Es decir, con nuestros actos, con nuestra vida y nuestro testimonio, tenemos que gritar al mundo “¡Viva Cristo Rey!”.

+Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Resultados del segundo sorteo del Bono Diocesano

¡Saludos a todos!

Ayer, viernes 15 de noviembre, se llevó a cabo el segundo sorteo del Bono Diocesano en la Iglesia Parroquial San Sebastián de Maiquetía.

Los números ganadores fueron:
01485. El poseedor de este número ganó una nevera

09879. El poseedor de este número ganó una cocina.

¡Felicidades a los ganadores!

Sigamos promocionando el Bono Diocesano como ayuda a nuestra Iglesia Diocesana de La Guaira.