Queridos hermanos y hermanas; queridísimas
familias:
En el mes de febrero
el Señor bendice nuestra Diócesis con varios acontecimientos. Les invito a
vivirlos en el marco de la MISIÓN DIOCESANA,
que coincide con el Año de la Fe, como oportunidades para “ENCENDER LA LLAMA MISIONERA”, a través del anuncio y la vivencia
del KERIGMA.
El domingo 10
de febrero, en todos los templos, recordaremos a Mons. Francisco De Guruceaga,
en el primer aniversario su partida a la Casa del Padre. También lo
recordaremos en la Solemnidad de Ntra. Sra. de Lourdes, en Maiquetía, el lunes
11 a las 6 de la tarde, día en que también podremos ganar la indulgencia
plenaria, ofrecida por el Papa Benedicto XVI para el Año de la Fe.
La Santa Cuaresma,
que iniciaremos el miércoles de ceniza, es un tiempo fuerte para contemplar el amor de Cristo hecho cruz y
convertirnos a Él. Así nos preparamos para la celebración de la Pascua del
Señor, renovando las gracias recibidas en el bautismo: el agua viva del Espíritu, la luz
de la fe, la vida nueva en Cristo. Acompañaremos a los catecúmenos, quienes
recibirán el bautismo en la Vigilia Pascual.
El camino
espiritual de la Cuaresma, es un camino para practicar el ayuno, que nos saca de nuestro egoísmo para hacer de la vida un
“don”; la limosna, nos aleja de la
idolatría de las riquezas para aprender a compartir; la oración, que nos lleva a la intimidad del corazón de Dios, para
vivir en su santa voluntad. Como fruto de estas prácticas, podemos ser más
desprendidos y generosos, para colaborar con la
CAMPAÑA COMPARTIR, que este
año quiere ser un “GESTO SOLIDARIO A
FAVOR DE LA SALUD”.
De un modo
especial, les invito a orar y participar en el RETIRO KERIGMÁTICO DIOCESANO, que realizaremos del 15 al 17 de
febrero en la Casa de Retiro de “El Tabor”, con participación de representantes de todas las parroquias y
movimientos apostólicos. ¡Será una
experiencia fuerte del amor de Dios, que marcará la renovación espiritual y
pastoral de nuestra Diócesis!
A ustedes, QUERIDOS JÓVENES, les hago un llamado
especial, para vivir la Misión Diocesana, escuchando la llamada del Señor que
les invita a seguirle de un modo total y radical. Vean el testimonio de los
santos: encontraron en Cristo la verdadera alegría y fueron felices.
Pregúntense: ¿Acaso el Señor me llama al Sacerdocio, a la Vida Consagrada? ¡Déjense encontrar por Cristo, el Amigo que
les ama de verdad y comiencen con Él una vida nueva en esta Santa Cuaresma!
Encomendemos
nuestras familias a María Santísima, con la Oración de la Misión Diocesana: “NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO, ESTRELLA DE LA
NUEVA EVANGELIZACIÓN, RENUEVA NUESTRA FE. AMÉN”.
Con mis hermanos sacerdotes, les bendigo,
+ Tomás Jesús Zárraga Colmenares.
Obispo de San Carlos
y Administrador Apostólico de La Guaira.
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